La tala de árboles tiene como consecuencia la deforestación de los bosques, esta deforestación genera pérdida de biodiversidad, por eso que al disminuir los árboles, la producción de oxigeno respirable disminuye. Es urgente e indispensable estimular la forestación para que no ocurran estas pérdidas, desarrollando el criterio del denominado desarrollo sostenible. La deforestación es causada por la acción del hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para la agricultura.
La tala de árboles y su mercado ilegal acarrea problemas ambientales, culturales y económicos. En Cundinamarca se están talando 23.000 árboles al año, esto genera gran pérdida ambiental y por este motivo entidades distritales programaron siembra de árboles en el Puente Sopó. Esta siembra se hace con el objetivo de favorecer las cuencas. En los municipios de Sibaté y Soacha, han sido plantados 16.000 árboles.
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